VIVA ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR!
Por Rodrigo Rosales Escobar
Nuestro presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, es un mexicano de mente lúcida quien nunca se le indica qué decir o cómo pensar; incuestionablemente que en su cerebro se desarrollan armónicamente las extraordinarias funciones que el homo sapiens ha perfeccionado durante miles de años.
En lo particular me impacta el lóbulo frontal que genera el pensamiento complejo, la imaginación, planeación y el comportamiento solidario.
Los mexicanos reconocemos a los hombres y mujeres que impulsados por la miseria, la esclavitud y su convicción, decidieron encabezar la liberación de nuestro pueblo. Mención especial para Benito Juárez, un héroe a la altura del arte.
Al triunfo de la revolución mexicana y con el asesinato de Don Francisco I. Madero, Presidente legítimo de México, Estados Unidos a través de su embajada planeó y ejecutó el asesinato de Madero para abrir paso al capitalismo hasta convertirlo en neoliberalismo. Es de justicia reconocer que el Presidente Lázaro Cárdenas del Río realizó con razonamientos legales y patriotismo la expropiación petrolera, con el absoluto respaldo del pueblo de México. El Presidente Cárdenas del Río con su visión del futuro de nuestro país y con sus acciones se convirtió en el mejor Presidente del siglo pasado.
La historia no se detiene y sucedió a principios del presente siglo lo que ya nos imaginábamos, el surgimiento de una gavilla súper poderosa, impuesta y formada por las diez familias más ricas del país y con el apoyo del Partido Acción Nacional, concretamente llamado el Yunke.
En los 70 años que gobernó el Partido Revolucionario Institucional los presidentes que deberían estar en la cárcel por corruptos, son: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto y por el Partido Acción Nacional: Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y el analfabeta Vicente Fox.
La obra cumbre de los pillos mencionados consistió en heredarnos 125 millonarios y 143 multimillonarios.
La efervescencia social empezó a surgir en las organizaciones de trabajadores, los intelectuales progresistas y la clase media baja, publicaron en la prensa nacional un desplegado que textualmente afirmaba: “Si hubiera en el grupo gobernante una voluntad efectiva para combatir la pobreza, el punto de partida obligado tendría que ser el abandono del modelo económico vigente, que es en donde se gestan las desigualdades y los rezagos sociales que ensombrecen el país; en la medida que esto no ocurra, no habrá política social que baste para mejorar las ínfimas condiciones de vida de la mayoría de la población”.
Mientras que la campaña de Andrés Manuel López Obrador aumentaba sus simpatizantes en los cuatro puntos cardinales del país, amenazando con arrollador triunfo, John Kelly, siendo Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, advertía que un Presidente de izquierda en México, perjudicaba a su país.
Mientras esto sucedía en el ambiente electoral, la escritora Laura Esquivel, autora del libro “Como agua para chocolate”, expresó: “Ojalá que en estas próximas elecciones, logremos que la izquierda llegue al poder, pero no basta con eso, si las personas no han logrado transformarse para este momento, no va a haber manera de que algo diferente suceda, lo hemos visto en nuestra historia. Si todos fuéramos capaces de hacer pequeñas revoluciones a nivel personal, lograríamos crear seres humanos distintos. No esperar a que las cosas cambien afuera para poder ser felices, podemos convertirnos en creadores y tomar nuestro destino, el de nuestra familia y el de la Nación en nuestras manos. Ese es el gran poder que tenemos”.
A la mitad del camino debemos ser honestos y hacerle llegar a nuestro Presidente el voto razonado para que continúe en el poder y siga impulsando la Cuarta Transformación que nos conducirá a mejores estadios de progreso y bienestar.
No podría terminar esta exhortación sin destacar un pensamiento del Doctor Pablo González Casanova, reconocido en las universidades de España y Latinoamérica: “Reconocer nuestra realidad, acabar con los fantasmas que nos asustan, con las simulaciones, con la retórica y la propaganda que nos enajenan, con la falsa idea de que la mejor manera de amar a México es ocultar sus problemas; buscar así una acción política que resuelva a tiempo, cívica, pacíficamente, los grandes problemas nacionales es el principal objetivo político que buscamos”.
A principios del año en curso el emérito científico social Pablo González Casanova cumplió 100 años de vida; firme en sus trincheras y admirado a escala continental.