ARSÉNICO Y ENCAJE
Rodrigo Rosales Escobar.
Aproximadamente hace tres décadas en el diario Excelsior de la ciudad de México, un destacado periodista, cuyo nombre era Manuel Mejido Tejón, publicaba una de las más leídas columnas del citado diario cuya cobertura abarcaba casi todo el territorio nacional. Este periodista ganó en 18 ocasiones el Premio Nacional de Periodismo y fue considerado por la revista norteamericana Times como uno de los mejores periodistas de México. Nació en Tierra Blanca, Veracruz, el 8 de diciembre de 1933, y murió en la ciudad de México el 17 de septiembre del 2021, a la edad de 88 años.
Los comentarios vertidos en su columna eran ácidos e inteligentes y reprobaba los actos indebidos cometidos tanto por el gobierno como por la iniciativa privada, así mismo destacaba las acciones positivas de los diferentes sectores públicos y privados. Para los actos reprobables o fraudulentos sugería metafóricamente que la justicia de nuestro país los condenara a beber arsénico; en cambio para los políticos honestos, solidarios, congruentes con la responsabilidad social y con los valores éticos que deben guiar a los servidores públicos, así como para los representantes de la iniciativa privada caracterizados por su humanismo, empatía y sensibilidad, solicitaba también metafóricamente, se les reconociera laureándolos con un moño de encajes traídos desde Bruselas, en aquel tiempo la ciudad cuyos habitantes trabajaban con esmero el mejor y más puro encaje de hilos de seda.
A muchos años de distancia de esa columna, y como un homenaje a su creador, el señor Mejido Tejón, propongo avalado por los ciudadanos colimenses que reconocen la trascendencia de las buenas acciones, que se le entregue el más bello adorno de encaje a nuestra Gobernadora Indira Vizcaíno Silva.
Mi fundamento para esta propuesta lo constituye la visita que la titular del Ejecutivo Estatal recientemente realizó al área femenil del Centro de Readaptación Social de Colima capital.
Comentan las reclusas que fue una grata visita inesperada de la Gobernadora. Sin ningún protocolo las internas que llegaron con sus hijos y algunas otras que procrearon en las cuatro paredes, pudieron dialogar con la mandataria, exponiéndole directamente sus múltiples problemas que genera la falta de libertad.
Otro de los puntos tratados en este diálogo, y me parece el más importante, se refiere a que a muchas de ellas ni siquiera se les ha dictado sentencia, aun teniendo años recluidas.
Esto revela la incapacidad de los funcionarios del poder Judicial, llámese jueces, magistrados o abogados explotadores que con engaños les exigen dinero de sus trabajos artesanales que realizan dentro del centro penitenciario.
Felicidades señora Gobernadora, ojalá que esta acción sirva para motivarnos y ser solidarios y partícipes activos en este tipo de labores que a todos nos deben interesar, para contribuir al mejoramiento de la sociedad, buscando volverla más justa y humana a través de la cuarta transformación, bajo la guía de uno de los mejores presidentes que hemos tenido los mexicanos en el presente siglo, el Lic. Andrés Manuel López Obrador.
