Charla sobre antioxidantes promueve hábitos saludables en jubilados de la UdeC

*Ante una audiencia participativa, el Dr. Arturo Bricio destacó la importancia de incorporar frutas y verduras en la alimentación diaria, guiándose principalmente por el color de estos alimentos como indicador de la variedad de antioxidantes que aportan.
Como parte de las actividades de divulgación científica que realiza la Coordinación General de Investigación de la Universidad de Colima, este miércoles por la mañana se impartió la charla “Sabores que protegen: antioxidantes para una vida plena”, a cargo del nutriólogo Jaime Alberto Bricio Barrios, académico de la Facultad de Medicina. La actividad estuvo dirigida a personas jubiladas y pensionadas de la Universidad, y tuvo lugar en la Casa del Jubilado y Pensionado.
Ante una audiencia participativa, el especialista destacó la importancia de incorporar frutas y verduras en la alimentación diaria, guiándose principalmente por el color de estos alimentos como indicador de la variedad de antioxidantes que aportan. “Por ejemplo, en el desayuno no debería faltar una fruta o verdura. Hay quienes desayunan huevos con frijoles y dicen que no les queda espacio para incluir verduras; en ese caso, se puede preparar un licuado con alguna fruta o verdura”, explicó.
Bricio Barrios recomendó consumir frutas o verduras entre el desayuno y la comida, como una zanahoria con un poco de jugo de naranja, un plátano o alguna otra fruta de fácil acceso. En cuanto a la comida principal del día, sugirió complementarla con frutas o bebidas naturales, como agua fresca de pepino. Si a esta bebida se le añade chía o linaza, se incrementa su contenido de fibra soluble y ácidos grasos omega 3, lo que mejora su efecto protector para la salud.
Aclaró que los antioxidantes no solo provienen de los alimentos, sino que también el cuerpo humano los produce de forma natural como mecanismo de defensa. Sin embargo, enfatizó que una alimentación adecuada es clave para reforzar esta protección frente a factores como la contaminación, el envejecimiento, el estrés o los malos hábitos alimenticios. “Siempre habrá antioxidantes, comamos bien o mal, porque el cuerpo los genera. Pero depende de nosotros reforzar esa defensa incluyendo antioxidantes exógenos en la dieta”, dijo.
Agregó que situaciones como enfermedades respiratorias, estrés emocional o saltarse comidas pueden provocar un desequilibrio conocido como estrés oxidativo, lo cual daña las células. Para contrarrestar esto, recomendó consumir regularmente alimentos ricos en antioxidantes, como arándanos, duraznos, sandía, manzana, guayaba, jitomate, zanahoria, apio y betabel, entre otros.
El nutriólogo subrayó también la importancia del color en los alimentos. Sugirió consumir diariamente, al menos, un alimento de cada uno de los siguientes grupos cromáticos. Verde oscuro: lechuga, apio, acelga, espinaca, chile morrón verde amarillo-naranja: zanahoria, chile morrón amarillo; blanco: champiñones, germinados, cebolla, ajo, manzana, plátano; rojo: tomate, fresa, frambuesa, sandía y azul o morado: arándanos, uvas moradas, berenjena.
Además, destacó el valor de los condimentos naturales en la preparación de los alimentos, ya que también contienen compuestos antioxidantes que, en muchos casos, se mantienen bien conservados.
Por último, habló sobre la dieta MIND, un modelo alimenticio respaldado por evidencia científica, que promueve la salud cerebral y cardiovascular. Esta dieta incluye: Granos enteros (ajonjolí, chía, amaranto, tortilla): tres veces al día; Frutos secos (cacahuates, nueces, almendras): cinco veces por semana, Hojas verdes: seis porciones por semana y Otras verduras: una ración diaria.
También incluye: Frutos rojos: tres o más porciones por semana; Carnes rojas: menos de tres veces por semana; Pescado: al menos una vez por semana; Pollo: dos veces por semana; Leguminosas (frijoles): más de tres veces por semana; Queso fundido: una vez por semana (el queso fresco está permitido con moderación); Dulces: hasta cinco veces por semana y Comida rápida o frita: solo una vez por semana.
La dieta MIND (por sus siglas en inglés, Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay) es un plan de alimentación diseñado para mejorar la salud cerebral y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Fue desarrollada en el Centro Médico de la Universidad Rush,en Chicago, y combina elementos de la dieta mediterránea y la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), ambas conocidas por sus beneficios para la salud general
Con esta charla, la Universidad de Colima refuerza su compromiso con la promoción de la salud y el bienestar de su comunidad, a través de la educación alimentaria y la divulgación científica.