Jueves 26 de Diciembre 2024 03:05:04 PM

Develan Ayuntamiento de Manzanillo y UdeC montaje escultórico del esqueleto de una ballena jorobada

• Su nombre en náhuatl es “NOCHIPA” que significa: “ETERNA”.

En el marco del Día de la Biodiversidad, próximo a celebrarse el 22 de mayo, se llevó a cabo en el jardín Álvaro Obregón del Centro de Manzanillo, la Develación del Montaje escultórico del esqueleto de una ballena jorobada, a cargo de la Presidenta Municipal, Griselda Martínez y la Delegada de la Universidad de Colima, Ana María Gallardo Vázquez, en representación del Rector, Christian Torres Ortiz. Se trata de un espécimen de la especie Megaptera novaeangliae, hembra juvenil de 10 m, que murió y fue localizada en costas manzanillenses el 17 de octubre del 2021, procediendo a ser enterrada en la playa de Salagua.

La íntima relación del pueblo de Manzanillo con la fauna marina y la necesidad de concientizar sobre el respeto y cuidado de nuestro mar y sus especies que ahí habitan, fue lo que llevó a la alcaldesa manzanillense y a miembros de la máxima casa de estudios en nuestro estado, a proponer el rescate de la osamenta del cetáceo.

Para tal efecto fue firmado el Convenio Específico de Colaboración entre el H. Ayuntamiento de Manzanillo y la Universidad de Colima en noviembre de 2022, estableciendo apoyo mutuo con dicho fin. Fue así que con el financiamiento del Ayuntamiento manzanillense y el trabajo científico por parte del GUIMM -Grupo Universitario de Investigación de Mamíferos Marinos- se pudo rescatar, restaurar y poner en exhibición el esqueleto de ballena que, a partir de hoy, formará parte del patrimonio cultural y artístico del pueblo manzanillense.

El Dr. Christian D. Ortega Ortiz del GUIMM- Grupo Universitario de Investigación de Mamíferos Marinos, explicó como la evolución de los animales marinos permitió el desarrollo de las ballenas. Habló sobre la migración de estos cetáceos para reproducirse; sin embargo, explicó que la vida de estos seres es amenazada por la inconsciencia de los humanos.

Por su parte, Ana María Gallardo Vázquez, Delegada de la Universidad de Colima, agradeció la vocación de la alcaldesa manzanillense por apoyar los proyectos como éste, y que se hayan formalizado más proyectos en coordinación con el Ayuntamiento de Manzanillo que ha sido aliado para el bienestar de las personas, ya sea a través de la docencia, la investigación y la extensión hacia la sociedad.

En su intervención la Presidenta Griselda Martínez, felicitó a los estudiantes que participaron en el rescate de la osamenta por su entrega en el proyecto y a nombre del H. Ayuntamiento y del pueblo de Manzanillo, les entregó merecidos reconocimientos a: Héctor Emiliano Jiménez Vázquez, Jania Asareth Magaña Montes, Perla Yareli Mata Reyes, Valeria Contreras Fuentes, Laura Lisset Granados Farías, Miriam Llamas González y para el maestro e investigador el Dr. La alcaldesa pidió a la población cuidar esta osamenta para que no se dañe.

Antes de develar la osamenta, fue develada la placa en la que se explica la importancia de concientizarnos sobre el cuidado de las especies marinas y se da a conocer que a la ballena se le dio el nombre en náhuatl de “NOCHIPA” que significa: “ETERNA”. Se trata de una hembra procedente de zonas del norte del Océano Pacífico donde se alimentó de krill. Arribó a costas de México con el fin de reproducirse, pero no lo logró, murió joven. No pudo tener un ballenato para criar y transmitir todos sus conocimientos sobre las profundidades de los océanos.
Las ballenas jorobadas son consideradas seres enigmáticos, inteligentes y especiales, pero algunas actividades humanas, tales como: indiscriminada, el tránsito marítimo, la pesca, la contaminación y el turismo irresponsable ponen en riesgo la salud y la vida de estos gigantes del mar.

Este magno evento fue amenizado por un amplio y bello repertorio musical magistralmente interpretado por la Camerata “Mar de Fondo”, del Instituto Municipal de la Cultura, institución que además presentó la exposición infantil de dibujo y puntura “Pinceladas del Mar”, en el que pudo apreciarse el amor de la niñez y juventud manzanillense por el mar.

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