En riesgo, plantaciones de banano y plátano por hongo Fusarium
*El investigador Gilberto Manzo, en simposio internacional, habló de estos riesgos para México y otros países, y de cómo la Universidad de Colima y otras instituciones educativas públicas trabajan buscando soluciones.
Como parte del II Simposio Internacional de Parasitología Agrícola que organizaron la Universidad de Colima y el Instituto de Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Gilberto Manzo Sánchez, investigador de la Facultad de Ciencias Biológica y Agropecuarias (FCBA), campus Tecomán, impartió la conferencia: “Fusarium raza 4 tropical, el principal enemigo de las musáceas” [plátanos y bananos].
El hongo llamado Fusarium oxysporum f.sp. cubense (FOC), dijo, es el agente causal de la Marchitez por Fusarium, la cual ocasiona síntomas de envejecimiento y muerte de la planta de banano. Además, permanece por décadas en el suelo volviendo difícil su manejo, por lo que se considera una de las más destructivas de dicho cultivo.
“La dispersión de este patógeno -agregó- representa una amenaza seria para el cultivo del banano. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más del 80 por ciento de los bananos y plátanos producidos en el mundo son susceptibles a la enfermedad, lo cual pone en riesgo la seguridad alimentaria de millones de personas en el mundo, incluyendo a nuestro país debido a que este cultivo es el principal hospedante y tiene una amplia distribución en México, además de ser uno de los sistemas producto más redituable”.
Durante su conferencia, que impartió de manera virtual, destacó que la producción de bananos y plátanos es una importante fuente generadora de divisas, por lo que su afectación crearía un impacto económico importante en países de América Latina como Ecuador, Costa Rica y Colombia, que son los principales países exportadores tanto a Estados Unidos como a Europa y Asia; “a nivel mundial se generan divisas por alrededor de 8 mil 500 millones de dólares para el caso de los bananos y de 6 mil 600 millones de dólares para el caso de los plátanos, en el tema de la exportación”.
Mencionó que en México los principales estados productores de banano, y que están en riesgo, son Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán y Guerrero, donde las principales variedades cultivadas son Dominico, Valery, Tabasco, Morado, Manzano, Macho y Cavendish Gigante o Grand Naine, “no todas se comercializan a gran escala, la que más se comercializa es la de Cavendish o Grand Naine para mercados internacionales”.
Manzo Sánchez explicó que en México se tiene la raza 1 y raza 2 del Fusarium y que los principales síntomas que ocasiona son similares a los provocados por la raza tropical 4, que es la marchitez de la planta; además, “internamente se aprecia necrosis y pudrición de la raíz, del rizoma y todos los vasos conductores del pseudotallo. A nivel mundial, el 85% de plátanos y bananos producidos en el mundo provienen de variedades susceptibles a la raza tropical 4 (TR4), lo que significa que todas las plantas están en riesgo”.
Precisó que la dificultad para controlar este patógeno se debe a que puede desplazarse de un continente a otro a través de souvenirs, herramientas de trabajo y calzado, por lo que se destaca que el humano es el principal diseminador de esta enfermedad; “se ha hecho mucha propaganda en estas naciones, que evitemos viajar a aquellos países donde está presente dicha raza, porque en la suela del zapato podemos traer esporas de este hongo, así como en algunos souvenirs que uno compra en aquellos lugares y que son elaborados con la planta o el tallo de plátano”.
Por último, dijo que si bien en México falta mucho por hacer en investigación sobre este tema, la UdeC, con estudiantes de la FCBA y algunos otros investigadores del INIFAP, la de la Universidad Autónoma de Chapingo y el Centro de Investigación Científica de Yucatán, han hecho algunos estudios así como recolecciones en los estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Veracruz y Tabasco, con la finalidad de tener muestras para hacer aislamientos del Fusarium.
Actualmente, finalizó, “tenemos un cepario con 172 cepas de Fusarium. También se ha hecho un diagnóstico de la RT4 mediante la PCR (SENASICA-UdeC), análisis de la diversidad genética (UdeC, Inifap y UAChapingo), agentes de control biológico, ensayos de germicida orgánico biodegradable, desarrollo de mutantes de Fusarium resistentes al clorato de potasio (UdeC, INIFAP y UAChapingo) y se trabaja con ensayos de patogenicidad, determinación de VCG y rotación de cultivos”.