Advierte Griselda Martínez, que industria criminal hace fiestas clandestinas para drogar a menores

+Pide denunciarlas a los teléfonos 314 113 19 00 o vía WhatsApp 314 101 98 72

Luego de registrarse casos donde menores de edad son abandonados en la vía pública tras haberlos drogado, la presidenta de Manzanillo Griselda Martínez, denunció que una “industria criminal” organiza “fiestas clandestinas” para darles diversos estupefacientes lo cual puede tener distintas finalidades: acrecentar su clientela, hacer más adictos, para secuestrar o abusar de ellas y ellos. Es por ello que pidió a las madres y padres de familia estar al pendiente de sus hijos, “deben saber dónde están, con quién salen, a qué hora llegan, porque es su responsabilidad, sí, los menores tienen derechos, pero también tienen obligaciones, poner orden no es maltrato”.

El llamado, también lo hizo para las autoridades escolares, ya que estas “fiestas” se hacen supuestamente por el próximo fin de cursos de las y los alumnos que pasarán de secundaria a bachillerato, “ya giramos oficios a los planteles educativos para que estén al pendiente del alumnado. La industria criminal aprovecha que se terminan las clases para hacer esas fiestas, pero se les pone mal alguien y lo sacan a la banqueta”.

Acompañada por el director general de Seguridad Pública y Policía Vial, Fernando Winfield; la directora del Instituto de la Mujer Manzanillense, Verónica Solís y la Procuradora para la defensa de las niñas, niños y adolescentes, Gabriela Sevilla; la alcaldesa pidió denunciar a tiempo estas “fiestas clandestinas”, a los teléfonos 314 113 19 00 y por vía WhatsApp al 314 101 98 72, donde se pueden mandar fotografías o ubicaciones, con el objetivo de que la corporación de seguridad intervenga, “hasta el momento no hemos podido ubicar los lugares donde se llevan a cabo, ni a las personas que las organizan, pero sí, por los reportes que hemos recibido, de las niñas y de los niños que han sido afectados en este tipo de fiestas”.

Puntualizó que van 3 casos detectados de menores de edad que fueron drogados y auxiliados por las dependencias del Ayuntamiento de Manzanillo para llegar a ser atendidos a una institución de salud, “hubo el caso de una menor de 16 años, “le mintió a su madre, que iba a una fiesta de la escuela, la dejaron ir, y era falso, afortunadamente la niña se salvó, pero entró hasta en terapia intensiva, estuvo a punto de morir”.

Agregó que en esta lista se suman los casos de dos menores más, uno de 13 y otro de 14 años de edad, “es el último reporte que tenemos, donde los han dejado inconscientes tirados en las banquetas, porque están totalmente alcoholizados y drogados. Estos menores manifiestan no haberse percatado de lo que les daban de beber, no sabían lo que les estaban dando; es un problema grave, pues puede haber muchos motivos del por qué los quieren drogar”.

Indicó que algunas de estas fiestas clandestinas, son en ocasiones organizadas por sociedades de alumnos con el apoyo de personas adultas, que suelen acudir hasta 300 menores de edad, que como no pueden entrar a algún bar, asisten a estas reuniones, “les mienten a los papás y se van. Les venden una pulsera todo pagado, que cuestan, 100, 120 o 150 pesos para que les ponga droga en la bebida, y rentan locales para fiestas o casas con albercas”.

Griselda Martínez, mencionó que esa “industria criminal” es un grupo organizado, por ello pidió, “también organicémonos como madres y padres de familia y si nos enteramos de este tipo de fiestas acudir a la policía a informar. Cuando las hijas e hijos, sean mayores de edad que hagan lo que les convenga, antes los padres somos los responsables”.

Puntualizó que se harán las investigaciones correspondientes, y que, si los locales que se rentan para estas “fiestas clandestinas” tienen permiso del Ayuntamiento, les será cancelado, “y si no tienen permiso haremos las denuncias correspondientes ante el ministerio público”.

La presidenta, mencionó que la seguridad no solo es combatir al crimen organizado, sino que es un tema de prevención el cual debe empezar desde casa, “debemos estar al pendiente de nuestros hijos”.