Dialogan sobre emociones, cuerpo y escena, en el 8º Congreso Nacional de Sincretismo

*“Si bien comenzó como un Encuentro de Sincretismo Artístico, desde su cuarta edición se consolidó como Congreso Nacional, abriéndose a ponentes de otros estados e incluso de otros países”: Patricia Ayala.
Para fomentar el diálogo entre docentes de distintas disciplinas artísticas, se llevó a cabo la Mesa de Trabajo 7 en el marco del octavo Congreso Nacional de Sincretismo, organizado por el Cuerpo Académico 92 “Arte y Sociedad”, del Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA) de la Universidad de Colima. El evento se realizó este fin de semana en el campus central, reunió a 120 participantes, entre docentes y estudiantes, y ofreció 23 ponencias que abordaron temas sobre arte, emoción y cuerpo en la práctica escénica.
El sincretismo es un proceso que implica la fusión o combinación de diferentes tradiciones culturales, religiosas o filosóficas para formar una nueva identidad o sistema de creencias. Este fenómeno surge a partir del contacto prolongado entre distintas culturas o sistemas de creencias, lo que puede ocurrir debido a factores como la conquista, el comercio o la migración. La palabra, como tal, proviene del griego συγκρητισμός (synkretismós), que significa ‘coalición de dos adversarios contra un tercero’.
La danza como derecho y transformación social
La profesora Ana Cristina Medellín Gómez, investigadora de la Licenciatura en Danza de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), inauguró la mesa con la ponencia: “Neurociencia y procesos emocionales en la danza inclusiva: expresión, cognición y transformación social”. En su intervención, defendió el derecho universal a la danza y destacó su impacto positivo en la salud mental, al estimular redes neuronales vinculadas con la memoria y reducir niveles de ansiedad y depresión.
Medellín Gómez compartió su experiencia al frente del grupo Grosso Modo, que desde hace casi una década integra personas con discapacidad intelectual o en silla de ruedas. Señaló que mostrar cuerpos diversos en escena tiene un impacto no solo estético y escénico, sino también ético y político. “El espectador, al enfrentarse a la diferencia, reconfigura su mirada, cuestiona sus prejuicios y rompe con estereotipos de belleza”, afirmó.
Emociones y construcción escénica
La profesora Pamela Jiménez Draguicevic, también de la UAQ, presentó la ponencia “Análisis neuroemocional para la construcción escénica”, donde enfatizó la importancia de desarrollar inteligencia emocional en el proceso de formación actoral. Destacó que esta conciencia emocional es clave para comprender y construir personajes desde sus impulsos, emociones y relaciones con otros.
Jiménez propuso que la formación artística incluya una materia centrada en la educación emocional, para trabajar elementos como la atención sostenida en procesos internos, la fijación en las sensaciones corporales y el aprovechamiento emocional como herramienta actoral.
Improvisación y creación del personaje
En su participación, Benito Cañada Rangel, académico de la UAQ, abordó la improvisación como recurso metodológico en la creación escénica, a través de su ponencia “La improvisación como herramienta metodológica en la construcción del personaje y de la escena”. Subrayó que el actor debe ser capaz de construir un “yo que no soy yo”, identificando la constitución física, temperamento, valores, comportamientos y motivaciones del personaje.
“La improvisación permite resolver conflictos y encontrar al personaje desde las palabras del texto. Es en los ensayos donde nace la información que el personaje nos exige para su construcción escénica”, puntualizó.
Cuerpo, complejidad y escena
Por su parte, Pablo Alejandro Cabral, director escénico y docente de la UAQ, presentó la disertación “Integración orgánica para la interpretación escénica”, donde planteó una visión multidimensional del teatro basada en la metodología de la complejidad. Ésta incluye tres dimensiones: la anatómica y fisiológica, la emocional y la mental.
Cabral destacó el papel de la eutonía como disciplina que permite al actor sensibilizar su cuerpo, reconocer sus sensaciones y conectar con los procesos mentales que intervienen en la creación escénica.
La eutonía es una disciplina corporal creada por Gerda Alexander en la década de 1950, aunque se menciona que fue desarrollada en 1959. El término proviene del griego, donde “eu” significa “bueno”, “óptimo” y “tonos” significa “tono” o “tensión”. Esta práctica busca lograr un equilibrio armonioso en la tonicidad muscular, adaptándose constantemente a las actividades y estados de la persona
Una década de sincretismo artístico
Al cierre de la mesa, la docente y organizadora del congreso, Patricia Ayala García reflexionó sobre el crecimiento de este evento nacional, que este 2025 cumple diez años como espacio de encuentro y diálogo entre artistas y académicos. “Si bien comenzó como un Encuentro de Sincretismo Artístico, desde su cuarta edición se consolidó como Congreso Nacional, abriéndose a ponentes de otros estados e incluso de otros países”, señaló.
Ayala subrayó el aprendizaje significativo que se genera entre los participantes, incluso cuando provienen de disciplinas distintas. “En esta última mesa, por ejemplo, aunque el enfoque fue teatral, las emociones como eje del trabajo creativo despertaron gran interés entre docentes de todas las áreas”, comentó.
También reconoció el trabajo conjunto de integrantes del Cuerpo Académico 92, especialmente de Heliodoro Santos y Nayeli Fernández, y rindió un homenaje al fallecido maestro Davide Nicolini, a quien consideró uno de los pilares del encuentro. “He estado involucrada desde el inicio y sé que llegará el momento de pasar la estafeta, pero me gustaría que este proyecto continúe, porque hay muchas personas investigando estos temas que necesitan espacios para compartir su trabajo”, expresó.
Finalmente, agradeció a la Universidad de Colima por el respaldo brindado a lo largo de las ediciones del congreso y por las oportunidades que le ha ofrecido para desarrollarse profesionalmente: “Amo profundamente a mi institución porque siempre me ha dado libertad, y yo intento retribuir con buenas prácticas”.
Durante el evento también estuvieron presentes Rafael Covarrubias, director del IUBA, y Antonio Carranza Flores, coordinador del Departamento de Artes Visuales.